Mover o no mover; he ahí la cuestión.
¿A cuántos nos has sucedido que un alumno nos llame para decirnos que no va a asistir a su clase de Pilates porque de nuevo le molesta el hombro a causa de esa "tendinitis" recidivante?
En primer lugar vamos a diferenciar, dentro de las tendinopatías, la tendinitis y la tendinosis. La tendinitis implica inflamación del tejido, es aguda y tiene una duración máxima de aproximadamente dos semanas. Cuando las molestias perduran estaríamos ante una tendinosis, que es una lesión crónica en la cual hay degeneración y deterioro vascular.
En la fase aguda, por tanto, es recomendable el reposo y aquello que el médico le haya prescrito, pero si estos episodios son continuados en el tiempo, sin meternos en las causas que lo generan, que pueden ser múltiples, debemos de mover. ¿Cómo? Ahí está la cuestión.
Podemos aplicar la regla de no dolor: "mueve hasta donde no te duela", o podemos buscar mejorar el problema de nuestro alumno/a a través del entrenamiento en Readaptación, que si viene a clases privadas, es la única opción que nos parece válida. Pero de aquello que tú puedas mejorar en tu alumno en la fase crónica dependerá la mejora de su calidad de vida y su permanencia en tu Studio.