La pirámide nutricional

Aunque seguro que sabes que en cada país existen unas pirámides o guías nutricionales, es probable que no te hayas parado a pensar en ello. 

¿Qué diferencias existen entre las diferentes pirámides?

¿Es la pirámide nutricional española una buena guía alimentaria?

 

 

 

En primer lugar debemos de saber que el propósito de las pirámides alimentarias es la de proporcionar a los ciudadnos unas pautas sencillas y concretas para disfrutar de una alimentación saludable. 

¿Es la pirámide la mejor representación gráfica para este propósito? Pues son muchos los expertos que opinan que no y que critican que en España no se actualice hacia otro tipo de representación como la rueda alimentaria. No obstante algunos países siguen representando las recomendaciones nutricionales a través del modelo piramidal con gran acierto, como sucede con la pirámide alimentaria de Australia. 

 

 

 

 

 La base de la pirámide australiana está reservada a los alimentos de origen vegetal como legumbres, hortalizas, verduras y frutas. Una magnífica opción. Evidentemente estos deberían ser los alimentos principales en una alimentación saludable. Además, los cereales, que han subido un escalón por encima del resto de alimentos vegetales, deben ser integrales. Los alimentos de origen animal pasan al tercer escalón y se remarcan las alternativas a los productos lácteos. En la punta de la pirámide se destaca un solo alimento graso: el aceite de oliva virgen extra. Esto es un dato muy llamativo ya que en ninguna pirámide alimentaria, salvo la española debido a que el consumo de aceite de oliva está muy arraigado, sucede esto. Evidentemente cada vez son más los estudios que destacan los beneficios del aceite de oliva (especialmente el virgen extra) y en esta pirámide lo han tenido en cuenta. Se hace mención especial a no consumir azúcar, de manera muy clara y a la importancia de un estilo de vida activo cada día. No hay lugar para alimentos no saludables, tal y como debería de suceder en cualquier guía alimentaria. 

 

 

 

 Las ruedas alimentarias son otra forma de representación que están gozando de mucha aceptación. Podemos ver estas representaciones en "My Plate" de EEUU, "El Plato saludable" de Harvard" o "La rueda de los alimentos" de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación. En el plato saludable de Harvard se preocupan en dar muchas explicaciones, como que los granos deben ser integrales, que las patatas fritas no están incluídas en el apartado de verduras (por lo que no recomiendan comerlas a diario ni en las proporciones de otras verduras). Tanto en My plate como en el plato saludale de Harvard se han preocupado por explicar como dentro del grupo proteico tenemos los frutos secos y las legumbres, para evitar que el consumidor piense solo en alimentos de origen animal. Además hacen mención especial a la limitación de las carnes rojas, los embutidos y el queso. Como curiosidad, el plato saludable de Harvard no solo no recomienda el consumo de 3-4 porciones de lácteos al día como hábito saludable sino que recomienda limitar este consumo. Harvard considera que el alto contenido de grasas saturadas de los lácteos, así como los componentes químicos de su producción hacen que no sea un alimento a recomendar. Si bien es cierto que eliminando la porción grasa de estos alimentos se reducen algunos de los  perjuicios, existen millones de personas en el mundo que no consumen lácteos y obtienen el calcio de otras fuentes, lo que hace que no sea un alimento imprescindible. Por esto es de agradecer que se hayan actualizado hacia una nueva visión libre de presiones políticas y de loobies alimentarios. 

 

 

Dicho esto, ¿qué sucede con las recomendaciones españolas? En España las autoridades sanitarias han tomado como referencia la pirámide de la SENC (Sociedad Española de Nutrición Comunitaria); lo que ocurre con esta pirámide y por lo que se le ha criticado duramente, es que apenas se ha actualizado en los últimos 20 años. Las recomendaciones siguen siendo prácticamente iguales que las de la primera pirámide de 1996 a pesar de que ha habido enormes avances en nutrición. 

 

 

En mi opinión la base y los dos primeros escalones están bastante bien, aunque yo prefiero el modelo australiano en el que las hortalizas y verduras están en la base y en las que se incluyen las legumbres. Que en el escalón de productos de origen animal se indique que se deben consumir 2-4 raciones de lácteos al día no tienen ninguna base científica a día de hoy que lo respalde (si lees algún estudio que diga que se necesita este consumo vete rápidamente a mirar quién lo ha subvencionado); ¿podrá tener algo que ver que entre las empresas colaboradoras de la SENC estén Central Lechera Asturiana, Danone y Puleva? También nos recomiendan comer 2-3 raciones de productos de origen animal a diario cuando en todos los países desarrollados se está insistiendo precisamente en reducir el consumo de estos alimentos en beneficio del medio ambiente y de la propia salud (el consumo de carne se ha multiplicado por 5 desde principios de la década de los 60). Pero lo peor está por llegar, en la propia pirámide aparecen las bebidas fermentadas (vino y cerveza) como opcionales a la altura de la carne, el pescado, los huevos, las legumbres y los frutos secos. Sí, aparecen bebidas alcohólicas en nuestra pirámide alimentaria desde el año 2001 por increíble que pueda parecer¿podrá tener algo que ver que entre las empresas colaboradoras de la SENC estén la Fundación para la investigación del Vino y la Nutrición y la el Centro de Información Cerveza y Salud?. En la cúspide de la pirámide nos encontramos embutidos (catalogados por la OMS como carcinógenos), así como dulces, bollería, snacks, y grasas untables, responsables de la epidemia de obesidad y enfermedades no transmisibles que asola los países del primer mundo¿tendrá esto que ver con que Artiach, Calvo, Campofrío, Coca-Cola, Cuétara, etc. formen parte de las empresas colaboradoras de la SENC?). Para coronar la pirámide nos han añadido suplementos dietéticos (¿podrá tener algo que ver que entre las empresas colaboradoras de la SENC estén Santiveri, Heel probiotics, FAES farma o Casen Fleet?) cuando precisamente los expertos nutricionales están avisando a la población de que casi el 100% del contenido de los suplementos acaban en el baño, puesto que nuestro cuerpo no los necesita; además de que existe una dura crítica hacia este tipo de productos por no demostrar, en la mayoría de los casos, los beneficios que prometen. Puedes leer este interesante artículo de Julio Basulto sobre suplementos y te convencerás de no suplementarte "porque sí". 

 

 

La rueda de los alimentos de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, aunque utiliza el formato de la rueda, que parece que está más aceptado actualmente, también tiene grandes errores a mi parecer. En el apartado de alimentos de origen animal vemos que se incluyen embutidos y carnes rojas, esto confunde al ciudadno que puede pensar que es lo mismo comer 1-3 raciones diarias de carne blanca que roja; aunque varíen podrían acabar comiendo carne roja 7 días a la semana cuando la OMS recomienda no comer más de 1-2 raciones semanales. No se puede ser tan laxo a la hora de hacer recomendaciones y los alimentos que no son saludables, como los embutidos, no deberían aparecer en una guía alimentaria y menos aún junto a otros alimentos que sí son saludables y se pueden comer a diario como las legumbres y los frutos secos. Del mismo modo en el apartado de los cereales incluyen bollería (dónuts, magdalenas, croissants, azúcar...) además de no especificar que los cereales deben ser de granos entero. Ya me imagino que pretenden que entendamos que aquello que se acerca al centro del círculo debe comerse moderadamente, pero no se sigue este patrón en los otros apartados, lo que da lugar a error. Y además, insisto, estos alimentos no saludables directamente no tienen por qué aparecer. 

 

 

¿Por qué aparecen en nuestras ruedas y guías alimentarias alimentos no saludables como el azúcar, los embutidos, los snacks, la bollería y el alcohol? No podemos saberlo aunque podemos hacernos una idea. Sabemos que cuando la Universidad de Harvard redujo los lácteos a 1 o 2 raciones al día y lo marcó como no indispensable, presentando otras opciones de origen vegetal como más saludables, hizo frente a presiones políticas.

 

Remarcar los efectos beneficiosos del vino como antioxidante no tiene ningún sentido ya que el efecto antioxidante lo encontramos en las uvas y de manera abundante en multitud de frutas y verduras, así como en el aceite de oliva, sin las consecuencias y efectos adversos del alcohol. Esto es algo bien sabido por la mayoría de países que, por supuesto, no incluyen el alcohol.

 

Destacar que podemos comer de forma ocasional bollería, dulces y grasas no saludables da lugar a malas interpretaciones: ¿cuánto es de forma ocasional? Yo entiendo que ese ocasional es 4-6 veces al año y otra persona puede entender como ocasional 2-5 veces a la semana. De echo es más fácil entender lo último dado que en la guía nos hablan de consumo diario en todos los tipos de alimentos (2-3 raciones al día, 2-4 raciones al día...), por lo que sería normal pensar que ocasional se refiere a que puedes comer estos alimentos todas las semanas aunque no diariamente. Y eso no es un hábito saludable. 

 

Si quieres saber más sobre este tema te recomiendo este estupendo artículo en el que Juan Revenga explica muy bien las diferencias entre las diferentes guías nutricionales: el origen y las causas. 

Aquí te dejo el enlace en el que puedes encontrar las empresas colaboradoras de la SENC.