¿Tienes dolor cervical crónico? este blog es para tí.
Muchas veces asociamos el dolor crónico cervical a la necesidad de reposo, y estamos completamente equivocados.
El dolor crónico no posee una función protectora , y más que un síntoma, se considera una enfermedad. Se asocia con el dolor neuropático, el cual existe una alteración de la transmisión de la información nociceptiva a nivel del SNC, alterando la modulación del dolor a nivel de la hiperalgesia (Ferrandiz, M). Es lo que conocemos como una sensibilización de la vía del dolor, o una huella y lo que sucede es que tenemos menor umbral del dolor ante los estímulos, incluso llegando a la alodinia (dolor en ausencia de estímulo).
¿Qué podemos hacer ante esto? Desensibilizar el sistema ¿Cómo? Mediante ejercicio.
Sí, efectivamente. Nada de quedarse tirado en el sofá pensando que eso es lo que mejor le va a tu dolor crónico, porque no es así. De echo, seguro que eso ya lo has probado, y el dolor persiste. Pues es hora de cambiar de estrategia ¿no?
Pero es cierto que no vale con comenzar a realizar cualquier ejercicio. Lo primero que debes de hacer es desensibilizar esa vía de dolor, y para ello deberás de hacer ejercicios específicos de “skill training” bajo la supervisión de un experto; una vez que aprendas a ejecutarlos, formarán parte de tu mochila en el día a día y comenzarás a realizarlos en tu casa. Con unas dos veces a la semana ya notarás el resultado, tranquil@! Sabemos que el tiempo es un bien preciado, pero tu cuerpo se lo merece.
También habrá que fortalecer la musculatura, que se encuentra inhibida a causa de ese dolor crónico y probablemente a causa de las malas posturas del día a día: ¿te has hecho un análisis postural? ¿Sabes que por cada 2,5cm que adelantas tu cabeza del eje pasa a pesar 5Kg más? (Kapandji, 1992). Y todo ese peso tiene que soportarlo tu cuello: pobrecito!